Ana Sáncho y sus Pequeños Amos de Casa

Hoy en día existen pocos pioneros. Pero en Burgos tenemos un proyecto único en el mundo -hasta que se demuestre lo contrario- que ha llamado la atención de medios nacionales y locales. Va dirigido a los niños, pero a través de ellos pretende, poco a poco, cambiar la sociedad entera. De la mano de Ana Sancho Pérez, "Pequeños Amos de Casa" empieza a meterse en los colegios de la ciudad, defendiendo valores de igualdad, respeto, trabajo en equipo y tolerancia.

Entrevista para Semblanzas de Burgos por: Ana Belén Valdestilla y Máximo Rondón Aguirre. Redacción y fotos: Máximo Rondón Aguirre.


Ana Sancho, empresaria y emprendedora social, casada y con dos hijos, se define a sí misma como una mujer normal. Cercana, apasionada, creativa, observadora, detallista y ambiciosa, no lo dice abiertamente, pero quiere cambiar el mundo. Y sabe que tiene con qué.

Se formó en Secretariado de Alta Dirección en el Mary Ward College, y en Traducción e Interpretación en el Centro Universitario Cluny I S E I T, ambos en Madrid. Enseñó Español en París -su curriculum nos remite al Centre Hospitalier Sainte Anne y al Lycée Gabriel Fauré- y ha consagrado gran parte de su vida a la hostelería. Junto a su familia gestiona tres hostales en Burgos. Uno de ellos, el moderno Acuarela, en la Calle de la Guardia Civil. Es un negocio, y como tal tiene que ser rentable. Pero deja sus espacios disponibles a otras actividades que trascienden lo económico y aportan también valor a la ciudad. Más de una vez, por ejemplo, su terraza ha dado la bienvenida a algún poeta o artista local, deseosos de presentar su obra. Son los mismos espacios que
eventualmente se ven invadidos por los "Pequeños Amos de Casa", niños o adolescentes, que dejan las aulas por tres horas para aprender a hacer las tareas de la casa -lavar, planchar, fregar- mientras, se divierten y adquieren valores.

Tiempo de acción


Llevaba meses pensando en ello. Hasta que en Septiembre de 2015, llegando de vacaciones y con el entusiasmo a flor de piel decidió que era tiempo de pasar a la acción. Veía la perdida de valores en la sociedad actual, los mismos que son según ella la base de una persona y de una sociedad sólidas. Especialmente se interesó por el tema de la igualdad. “Se ha avanzado, pero queda mucho por hacer. Es un tema que se ha enfocado en los adultos, que somos los que nos cuesta más cambiar. Pero los niños, los más críticos, no son tan valorados”.

Ana no se declara feminista y ve a las personas como iguales. Muchas veces, sin embargo, son los padres los que no incentivan a los niños -ni a las niñas- para que hagan las tareas del hogar. Argumentan que es mejor que estudien primero. “Pero quienes hoy son niños y viven con sus papás se marcharán de casa y tendrán un compañero de piso. Y luego una pareja. No sabrán cómo desenvolverse y ni siquiera encender la lavadora. Creo que los niños tienen que cambiar, sobre todo, por el bien de ellos mismos, y no solo para ayudar a los papás”.

Una mañana con los "Pequeños Amos de Casa"


Es un proyecto que Ana ofrece a aquellos colegios que defienden los mismos valores. Quiere que sea parte del currículo escolar, dentro de las horas de clase. No desea que sea una actividad extra escolar y que los padres paguen para que sus hijos asistan. Sin embargo, una vez que el centro educativo acepta -el primero fue La Salle-, la actividad se desarrollará en los espacios del hostal Acuarela: habitaciones, recepción y terraza. “Así como van a veces a ver una obra de teatro, a un museo o a la granja, que vengan al hotel”. Serán tres horas de una mañana.

La actividad comienza con una tertulia, que inicia Ana lanzando preguntas a los niños. “'¿Qué tareas del hogar conocéis? ¿Quién las suele hacer en casa?' La mayoría de las veces son las mamás o los cuidadores, aunque los papás lo están haciendo cada vez más”.

Mediante sorteo los 25 niños son divididos en 5 equipos. Reciben un peto de "Pequeños Amos de Casa", una lista con casillas de verificación -para señalar las tareas que van ejecutando- y una tablet, cargada con 20 vídeos tutoriales. Son los mismos que están en su canal de Youtube, y cuenta a la fecha con 137 suscriptores y 11.779 visualizaciones. En ellos Ana explica de forma rápida y sencilla cómo hacer cada tarea. Todos los materiales que reciben están identificados con los colores de cada equipo.

A los equipos se les asignará una una habitación, con su llave, puesta a punto para que la ensucien. También rotuladores con los que podrán pintar mamparas y espejos, y confetis para dejar caer sobre el suelo. A cada equipo le tocará limpiar la habitación que ensució otro. “Así que el que ensucia lo hará con más entusiasmo, y el que limpia valorará más el esfuerzo que implica. Si tú respetas el trabajo de otra persona, respetas al mismo tiempo a esa persona”.

Los participantes tendrán que pasar el aspirador -con depósito transparente, para que sean conscientes de todo el polvo que se acumula- barrer, fregar, limpiar todo el baño y hacer las cama. Esto último es lo que más les cuesta, pues están vestidas de nórdico. Los materiales que usan los niños, todos decorados con estampados alegres y divertidos, son los mismos que Ana muestra en los vídeo tutoriales. Se puede ver a los participantes disfrutando a tope en el vídeo Pequeños en acción.

Si veis con qué empeño e ilusión hacen las tareas. Los conflictos no suelen ser por querer o no limpiar, o por prejuicios. En todo caso las pequeñas discusiones son a veces para no estar en el mismo equipo de otro”. Pero no pueden cambiar. “Así se irán enfrentando a situaciones muy parecidas a las de la vida misma, las que tendrán que actuar con lo que les ha tocado”, apunta Ana. El trabajo en equipo es un aspecto fundamental. “Da lo mejor de ti y el equipo funcionará” Y así va a ser no solo en la familia, también el colegio y en el trabajo. Si cada uno nos ocupamos de dar la mejor versión de nosotros mismos facilitas todo. Si todos colaboramos te sientes más útil e igual. Con el proyecto todos estos valores los vives desde la práctica, no desde la teoría”.

Llega la hora del descanso y “les doy un zumito”. Luego toca lavar, tender la ropa y planchar. Esto “les vuelve locos”. Al final, Ana les da una encuesta en la que pueden decir qué les ha parecido la experiencia. “Me ayuda a mejorar, y a saber qué es lo que más les ha gustado y lo que menos.

Ana defiende que "Pequeños Amos de Casa" esta pensado en niños a partir de los 8 años, porque ya a esta edad están en capacidad de ejecutar las actividades programadas. Y hasta los 17 años porque “son lo que están en el último año, se van a ir a estudiar fuera, compartir piso y corren el riesgo de confundir la lavadora con un extraterrestre. Nunca la han puesto, nunca se lo han enseñado. Y esto es importante para ellos mismos. Tienen que saber que no es magia, que no todo se pone y se quita solo. No te tiene que gustar. Yo no les digo que 'es maravilloso'. No hay que venderlo como algo bonito, sino como esas cosas que en la vida no te gusta hacer y cuanto antes lo hagas y menos te lo pienses mejor. Muchas veces incluso son tareas desagradecidas. A veces los padres no dan a los niños el tiempo para que ayuden, y les apuntan a Inglés, tenis, natación, y las tareas de la casa 'da igual, ya lo hace mamá' Al final no valoran el trabajo de los padres ni de la cuidadora. Cuando una persona sabe lo que cuesta hacer algo lo valoras más. Que elijan ellos mismos las tareas. Que empiecen por algo. Da igual. Los papás también tenemos que aprender. Lo enfocamos en el niño, pero es también un llamamiento a los padres. Los padres a veces dice: que termino yo antes, y no dejamos que los niños hagan nada”.

Tiempo de ¿ocio?


En busca de inspiración Se levanta de la cama, muchas veces a las 6:00, y pasa la mañana gestionando junto a su familia los tres hostales de los que son responsables: El Acuarela, el Acanto (en C/ Vitoria 261) y el Arlanzón (en C/ Vitoria 242, 1º). Las tardes, sin embargo, Ana las tiene libres para compartir con su marido e hijos. Y para "Pequeños Amos de Casa". “Para mi no es trabajo. Es entretenimiento”. Es un proyecto personal financiado por ella, al que dedica parte de su tiempo libre, incubando ideas e imaginando. “La creación comienza visualizando, preguntando constantemente a mis hijos y pasando a la acción”. Sueña, además, con hacer un programa de televisión.

Dedica también tiempo a leer sobre emprendimiento, temas sociales “y sobre lo que me interesa en cada momento. Me gustan las cosas que me inspiran, llenan de ilusión y motivación. Creo que es bueno centrarse en lo positivo, rodearse de gente inspiradora, no tener miedo a contar las cosas y de escuchar. "Pequeños Amos de Casa" es lo que es gracias también a que he compartido la idea, y sabido escuchar a quienes estáis conmigo.

El colegio La Salle repetirá la experiencia este año. Ana, además, espera respuesta de los centros Jesús – María, Sagrada Familia, Reparadoras, Fernando de Rojas, Maristas, Vadillos y María Madre. Mientras, se prepara para viajar a Cazorla, Jaén, donde la han invitado a que imparta una charla sobre igualdad dirigida a unas 200 mujeres, en un encuentro rural. Ana será una de las tres ponentes, y está encantada. “Me parece que tenemos tanto para compartir”, asegura.

Ana vuelve al trabajo, a la recepción del Hostal Acuarela, desde donde atenderá personalmente a sus huéspedes. Entre sonrisas y un trato, nunca mejor dicho, personalizado. Ya llegará la tarde, para seguir soñando y creando una sociedad mejor.

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